Busca acelerar la vacunación y el diagnóstico, reabrir escuelas y comercios e incrementar el uso de tapabocas, incluso para todo tipo de viajes.
Recién instalado en la Casa Blanca, el demócrata Biden dedicará así su primera jornada completa en la Presidencia a su prioridad más urgente, la lucha contra la pandemia, que mató a más de 400.000 personas en Estados Unidos y a más de 2 millones en el mundo.
El mandatario, que considera que “no tiene tiempo que perder” en la lucha contra el coronavirus y que se viene la fase más letal de la pandemia, tiene previsto firmar diez decretos y otras directivas para acelerar las campañas de vacunación y detección.
“Durante casi un año, los estadounidenses no pudieron encontrar ninguna estrategia, y mucho menos un enfoque integral para hacer frente a la Covid”, dijo hoy Jeff Zients, quien coordina la respuesta contra la pandemia del flamante gobierno.
“Todo esto cambiará”, agregó a periodistas antes de la presentación del plan de Biden, prevista para las 14 (las 16 en Argentina).
El nuevo Gobierno de Biden ratificó hoy el renovado apoyo de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y le aseguró su apoyo financiero, un giro de 180 grados en la estrategia respecto a la mantenida por el expresidente Donald Trump.
Ayer, en las horas posteriores a jurar el cargo, Biden puso fin por decreto a la salida de Estados Unidos de la OMS dispuesta por Trump e hizo intervenir a su principal asesor médico, el inmunólogo Anthony Fauci, en una reunión del Consejo Ejecutivo del organismo de salud de la ONU, marcando distancias con su predecesor, que había minimizado reiteradamente la gravedad de la pandemia y renegado de la OMS, calificándola de “marioneta” en manos de China.
Decidido a dejar claras las diferencias con Trump desde el principio, emitió un decreto para hacer obligatorio el uso de la mascarilla en los edificios federales. El uso del tapabocas también será obligatorio para viajar, y regirá en aeropuertos, aviones, barcos, colectivos interurbanos, trenes y otros medios de transporte público.
Los viajeros deberán presentar una prueba de Covid-19 con resultado negativo antes de salir de Estados Unidos y hacer una cuarentena a su arribo al país.
Durante el Gobierno de Trump, los tapabocas eran opcionales, y el exmandatario acostumbraba a no usarla y a participar de eventos multitudinarios con personas reacias como él a ponerse uno.
Evidencia científica ha demostrado que el uso de adecuado mascarillas reduce la transmisión del coronavirus y salva vidas.
El mandatario advirtió en su discurso de inauguración que el covid-19 está a punto de alcanzar su “fase más dura y mortífera” y llamó a los estadounidenses a “dejar la política a un lado” para enfrentar juntos este “oscuro invierno”.
Biden, de 78 años, espera convencer a los congresistas republicanos de que aprueben un nuevo paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares destinado a amortiguar los efectos de la pandemia en la economía. El plan incluye cheques para las familias, fondos para reabrir escuelas, dinero para agilizar pruebas y vacunas, efectivo para pequeñas empresas y más ayuda alimentaria: las medidas deben evitar que el país se hunda más en la crisis.
Biden también quiere expandir la capacidad de testeo y la disponibilidad de vacunas contra el coronavirus, con la meta de administrar 100 millones de dosis de ellas en sus primeros 100 días de Gobierno.
El presidente demócrata ordenó a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) de Estados Unidos que comience la instalación de centros de vacunación, en el marco de un plan para abrir 100 en un mes y ordenará a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) del país que elaboren y apliquen un programa para que las vacunas contra el coronavirus puedan adquirirse en farmacias desde el mes que viene.